Sicilia septiembre de 2016

11 de septiembre 2016
Fotos
Nuestro reencuentro con El Mago
Aún recordamos bajarnos en septiembre de 2015 del tren en San Vincenzo, cercano a Pisa, para encontrarnos con el Mago. Para Mariano era la primera vez, Carmen ya lo conocia. Este barco no nos defraudó.
Nos reunimos con Zaqueo, esa noche cenamos los tres en una tratoria en el paseo marítimo.
En San Vincenzo compramos la mejor mortadela que habíamos conocido en nuestra vida y una setas deshidratadas.
Después de este salto en el tiempo de dos años, estando en Terrasini, Sicilia, vemos el palo del mago aparecer por el puerto. Habíamos llegado la noche anterior con Paco, Eva, Félix y Rosa, todos con muchas ganas de embarcar. La cita con Andrea era a las 12 en el puerto, desde las 11 estábamos impacientes, con la compra ya hecha, los equipajes listos...
Por fin llegaron, conocemos Andrea, un pequeño percance de última hora les ha doblado el ancla, cosas de las prisas, Zaqueo a martillazo limpio la endereza con ayuda de súper Paco. En una hora revisamos lo más importante y salen pitando a coger el avión.
Por fin estamos en el barco!!! Estibamos rápidamente y con tantas ganas que salimos en 20 minutos. Viento aconchandonos al muelle, hacemos cabeza y dejamos el puerto, son las 13:30.
La idea inicial era ir a pasar la noche a Scopelo, pero decidimos quedarnos en Castellmare, viento de 10 nudos por el través al principio y luego al corregir rumbo nos ponemos de aleta, hacemos 5 nudos y una gozada de navegada. A las 17:30 Llegamos a Castellmare, nos cuesta coger la boya, hay que recuperar el bichero, Carmen se tira al agua dos veces para recuperarlo.
Durante la navegación Rosa y Mariano limpian los baños y la cocina, esperábamos que todo estuviera más apañado, también nos entretenemos en vaciar el hueco de la mesa de la bañera, donde creemos ver vida. Tiramos botes vacíos, caducados y de fecha indefinida.
Con el gomone en dos viajes nos acercamos a la playa, la subida al pueblo es por una escalera empinada, nos tomamos unas birras y nos damos una vuelta por el pueblo que estaba muy animado, vista excelente del mago en la bahía.
Regresamos a cenar al barco lo que había preparado Paco que es nuestro master chef.

12 de septiembre de 2016
Amanecemos a las 7, encendemos motor y nos vamos a Scopelo, llegamos a las 8:30, tiramos ancla, hay 12 metros de sonda y buen tenedero de arena. Cuando llegamos hay solo un velero que además se marcha enseguida. La cala de Scopelo es espectacular.
Paco nos prepara un desayuno fantástico, nos damos unos baños, buceos pero a a partir de las 10:30 esto se convierte en una romería, barcazas con turistas nos invaden, por eso está el fondo lleno de porquerīa.
Por tierra iban llegando turistas a las hamacas que estaban preparando los operarios de lo que parecía un complejo turístico y efectivamente lo era porque cuando Carmen llegó a tierra nadando habló con uno de ellos y le contó que la Tonnara dé Scopelo se había convertido en 16 apartamentos turísticos.
Paco preparó un pastel de berenjenas al horno exquisito. Salimos de Scopelo después de comer, a las 15:30, ya estamos casi en horario italiano.

Despues de una ceñida con 10 nudos haciendo 5 nudos llegamos al Capo San Vito y fondeamos delante de la bocana del puerto.
Mientras estábamos haciendo la maniobra de fondeo nos dieron un aviso desde la playa advirtiéndonos de que estábamos en la zona de baño, había una línea de boyas rojas que delimitaban la zona y que no habíamos entendido su función porque estaban muy lejos de la playa.
Había más barcos fondeados, entre ellos un catamarán. Félix se lleva el gomone con la basura. Cenamos una empanada de queso, vamos a engordar con don Paco.... Cuando nos vamos a dormir nos incordia la música que viene de tierra, estamos en verano y esto es lo que hay.

13 de septiembre de 2016
Por la mañana cuando vamos a puerto a echar agua, la cortesía no funcionó de manera altruista, media jornada son 35 euros, día completo son 70. Ya que teníamos que pagar aprovechamos para ir a la compra con tranquilidad, limpiar el barco, cargar agua y conectar toda la utilleria electrónica.
Salimos de puerto a las 13:00 Y ponemos rumbo a Levanzano con motor porque eolo no nos acompaña.
Para esta noche tenemos unas caballas que ha comprado Paco en la pescadería de Capo San Vito.
Llegamos a Levanzano tras una intensa motorada, pero la recompensa es encontrarnos con Punta Pesce, un pueblito marinero que parece sacado del neorealismo italiano, una preciosidad. Lamentablemente no vemos sitio para fondear cerca de la bocana, salvo un gran muelle que sospechamos que es donde atracan los ferries. Nos vamos a cala Fredda, lugar bonito y tranquilo donde había dos catamaranes.
Al rato aparecen los guardias del parque natural que nos explican los detalles del área protegida, especialmente lo relacionado con las zonas y fondeos, y nos informan de la tarifa estipulada que son 35 euros día, con esta tarifa podemos coger boya en todas las zona autorizadas. Son chicos muy amables, pagamos autorización para dos dias.
Nos parece a todos bien que se cobre por fondear en estos parques naturales para preservarlos y ayudar a su conservación.
Nos bañamos y nadamos en el agua que está un poco más fría que hasta ahora. Paco prepara las caballas y después de escuchar una noche más el "wish you were here" de Pink Floyd, nos vamos a dormir.
Otro día maravilloso en Sicilia, para recordar.

14 de Septiembre
Amanecemos en cala Fredda. Adaptados ya al horario solar. Son las 07h y Eva y Paco están en la bañera leyendo y esperando que los demás aparezcamos.
Mariano se da su habitual baño antes del desayuno.
La noche ha sido molesta con la ola que levantan los ferries, puñetero turismo de masas.
Desayuno por todo lo alto con melón, fruta, mortadela, salami, proscuito, café, nos vamos a poner gorditos si seguimos así.
Nos gustó tanto el pueblito que decidimos ir a conocerlo. Afortunadamente encontramos un sitio de fondeo, Félix se queda de guardia en el barco y nosotros nos confundimos con las hordas de turistas.
El pueblito es encantador, lo conforman dos calles, un gatito sale a nuestro paso, se viene con nosotros, compramos algunas cosillas de pingos.
Vuelta al barco y gran navegada hasta Marettimo, con un viento de 10 nudos, sacamos hasta seis, buena mar, ¡¡¡qué gustazo!!!!.
Llegamos a cala Maestro, otra calita espectacular con un castillo en lo alto.
Carmen y Mariano se van a hacer snorkel hasta una cueva cercana, el resto sube a visitar el castillo.
Ahora ducha, cervecita y Carmen y Mariano escribiendo este blog en la proa.
Si esto no es el paraíso, se le parece bastante.

15 de Septiembre
Nos despertamos como siempre temprano debajo del imponente castillo. Tenemos la sensación de ser las tropas Aragonesas que asediaban las fortalezas Sicilianas hasta rendirlas.
Como tributo Carmen y Mariano suben hasta el castillo. Carmen a los mandos del gomone, lo maneja ya como una experta.
Las vistas desde lo alto del castillo son impresionantes, a un lado nuestra cala Maestro, al otro, otra similar en belleza pero hoy batida por el viento y sin boyas.
Después de un relax decidimos ir a conocer el pueblito, Marettimo, que tiene una pinta estupenda.
Salimos a vela de la boya con buen viento, incluso rachas fuertes de más de 20 nudos que nos lleva a poner un rizo, seguimos hacia el pueblito haciendo bordos, y ya próximos iniciamos la recogida de velas y .... ¡¡¡horror!!! un cabito suelto en un sable de la vela se enganchó en una cruceta y no podemos bajar la mayor, ¡¡¡cago en tó!!! Abortamos la maniobra y pensamos qué hacer. No queda otra que subirse al palo a desenganchar el cabo, necesitamos un sitio tranquilo donde poder hacerlo y decidimos coger una boya. No resulta nada fácil cogerla, con toda la mayor largada y el viento arreciando la maniobra se complica pero finalmente nos amarramos.
Ahora toca subirse al palo, ¿quien? como está flaco todos  miran a Mariano. Vamos a subir con la driza del genaker, poca mena y no sabemos cómo está afirmada arriba, Mariano se siente como un cordero que va al matadero.
Pero mientras se ajusta la guindola ocurre el milagro, una racha de viento suelta el dichoso cabito y se libra de estamparse desde lo alto contra la cubierta, de buena se he librado.
Seguimos con el plan y entramos a Marettimo, qué pasada de pueblito, un encanto, para pasarse allí unos días y olvidarse de todo. Comemos fenomenal en una terracita, verduras plancha, salpicón, todo buenísimo.
Vuelta al barco, izamos vela y nos vamos a Favinagna. Cala Rotonda, muy tranquila y muy protegida de los vientos del Sur que están zurrando duro.
Cenamos un pisto que preparó Carmen, riquísimo, con un buen vinito siciliano y unos quesos de postre.
Estamos muertos, un poco de música y a la cama.

16 de septiembre
Amanecemos, temprano como siempre, en cala Rotonda. Si la cala nos habia gustado por la tarde por la tranquilidad de sus aguas y el cobijo que nos daba, por la mañana, nublado y con fuerte viento nos resulta mas desapacible. El viento había rolado a SurOeste y la cala ya no nos protegía. Félix se echa al agua a comprobar el fondeo, dado que todos tenemos la impresión de haber garreado, efectivamente las marcas en la arena demuestran claramente que así ha sido. Tenemos la impresión de que la cadena no es lo suficientemente pesada para la eslora de este barco.
En la próxima navegada, esperamos que sea muy pronto, dedicaremos un tiempo a arreglos varios, entre ellos marcar la cadena.
Acabamos el desayuno y levamos ancla rumbo al norte de la isla.
Fuerte viento, izamos mayor con un rizo y génova solo la mitad. Quizás  seamos demasiado prudentes, pero eso nos da seguridad navegando y nos gusta.
Amarramos una boya al oeste de Punta Faraglione. Carmen y Mariano se tiran al agua con las gafas y aletas. El fondo es precioso, bancos de arena blanca se mezclan con jardines preciosos de posidonia.
Mariano echa mucho de menos bucear.
Nuestro cocinero Paco nos agasaja con otra exquisitez: un rissoto con queso azul y setas de morirte de bueno.
Recogemos y nos despedimos de las Egades para poner rumbo a Trápani.
Viento de través, muy gustoso de navegar. Felix se hace fuerte en el timón y nos trae hasta aquí mientras los demás dormitamos en cubierta.
La entrada al puerto de Trápani nos enamora a todos. La vista del malecón y del antiguo faro veneciano la llevaremos siempre en nuestra memoria, pero el tema se complica sobremanera por el fuerte viento.
Intentamos hacer combustible pero la gasolinera parece que no está abierta, son los pescadores que están en ese muelle los prefieren que no te acerques para no interrumpir su faena. Recorremos el puerto busca de otra y vemos un barco de la Guardia Civil, pensamos que estará en labores de apoyo a los refugiados e inmigrantes, nos saludamos todos desde cubierta.
Conseguimos hablar con la marina Columbus y empezamos maniobra de atracar. De infarto, el fuerte viento de sur nos echa contra el muelle pero lo conseguimos  sin demasiados problemas con la ayuda de un marinero y del que parecía ser el responsable de la marina que luego averiguaríamos que era Gianpaolo.
Carmen, Rosa y Eva se van a hacer los papeles y aquí es cuando descubren que Gianpaolo es el responsable de la marina y la misma persona con la que teníamos que contactar cuando dejáramos el barco para el inverno, cuando se entera de que vamos de parte de Andrea Maestri, rompe el papel y empieza a tratarnos de otra manera, nos sentimos en casa.
Después de la ducha salimos a tomar la pizza, Félix y Rosa se van a dormir, el resto damos una vuelta por la ciudad, que nos parece prometedora.






Después de una buena cena todo se ve muy diferente, llegamos al barco con buen humor y ganas de pasar estos dos días en Trápani y disfrutar también de la ciudad.

Sábado 17 Septiembre 2916
Hemos dormido a pierna suelta, no habia boya o ancla de lo que preocuparse y amanecemos ya pasadas las nueve con hambre y ganas de hacer turismo.
Limpieza del barco y a media mañana decidimos subir a Erice y comer allí. 
Antes hay que subir al palo y poner la driza del genaker en su sitio. Afortunadamente contamos con la driza de mayor. Ayudado por Felix y Paco Mariano sube al palo y coloca la driza. 
Cuando está  abajo comprueba para su horror que está mal engarzada, le toca subir de nuevo y colocarla, esta vez sí, libre de la génova.  
Terminadas las faenas del barco, una duchita y listos para el turisteo. Después de alguna equivocación con el autobus, llegamos hasa el funicular que nos sube a Erice.
El pueblo es una pasada de bonito, una gran belleza, calles con historia, iglesias imponentes y gran bullicio de turistas. Recomendación: comer en Trapani, alli es un verdadero atraco.
Se está celebrando un rally de coches, coches de carreraras, coches antiguos preciosos,nos quedamos a verlo y nos encanta. ¡¡¡Cómo les gusta a los italianos las maquinas!!!¡¡¡qué pasión!!!
Regresamos al barco, salimos a cenar y a dormir, mañana se acaban las vaciones para Eva, Rosa, Paco y Felix y tienem que madrugar.
Nos encanta Trápani,la ciudad nos está aTrapan(i)do.

Domingo 18 de Septiembre 2016
Despedimos a nuestros amigos y ya solos nos disponemos a salir a navegar. 
Mucho viento, mucha mar,  Todo fenomenal. Ponemos rizos, quitamos rizos y nos lo pasamos muy bien.
Entrada a puerto sobre las 15h30 porque el parte de tiempo anunciaba una buena castaña a partir de la tarde.
Todos los barcos estan ya en puerto o llegando, lo que nos confirma la que se avecina.
Cenamos una pizza quattro fromagi exquisita, una vuelta por el malecón y al barco a descansar. 

Lunes 19 de Septiembre 2016 
Día de puerto, hay castaña de la buena y no apetece salir a navegar. Aprovechamos para hacer más turismo por la ciudad. Cuanto más la conocemos mas nos enamora.

Martes 20 de Septiembre 2016.
El tiempo ha mejorado. Hacemos la compra y estamos esperando a la nueva tripu: Ana, Ramón, Juanjo y Manolo. 
Nos tomamos un aperitivo y preparamos una pasta con gambas compradas en la lonja del puerto, exquisitas.
Después de comer sobre las 17h, según lo previsto, llegan nuestros amigos. Abrazos, besos y unas peroni para celebrarlo.
Embarcamos y sin más demora zarpamos rumbo a Cala Fredda en Levanzo. Arribamos sobre las 19h00, cogemos la boya. Hay bastantes veleros, más que el otro día, y sopla viento.
Ramón sugiere poner las amarras dobles porque no se fia de la mena del cabo.
Noche movidita, la boya golpeando el casco porque al doblar el cabo queda corta. 
A media noche fuerte chubasco. Carmen se levanta a revisar la boya, Ramón también está en cubierta, la cubierta parece la Puerta del Sol.


Miércoles 21 de Septiembre 2016.
Nos levantamos y tomamos nuestro habitual desayuno de fruta, tostadas, café, vamos que nos ponemos las botas como de costumbre.
La tripu se va en el gomone a conocer Punta Pesce, el pueblito al lado de cala Fredda, Carmen y Mariano se quedan en el barco y pasamos a buscarles por la bocana cuando llaman por radio.
Intentamos remontar hasta cala Maestro, al oeste de Punta Troya en Marettimo, pero el ventarrón que tenemos de proa hace imposible el llegar y Carmen con buen criterio decide que cambiemos de rumbo y decidimos poner proa al sur. Nos vamos a Cala Rosa, en Favinagna, pero se estaba muy incómodo y nos fuimos más al sur a cala Azzurra. Allí comimos un pastel de verduras preparado por Carmen, riquísimo. 
Echamos una siesta muy reparadora y vamos al puerto de Favinagna disfrutando de unos bordos.
Nos recibe la neumática de Gigi como el fondeo fuera es incómodo  nos vamos a su mooring "Darsena de Giggi" a cambio de 50€. 
Damos las amarras a Giggi que nos mira sorprendido y nos pregunta si eso es todo lo que tenemos para amarrar el barco, le decimos que sí y nos apuntamos que unas unas amarras en condiciones es una mejora necesaria para el barco.
La Darsena de Giggi consiste en un pantalán con un depósito de agua y un compresor que genera electricidad. El suminsitro de agua está restringido y el de electricidad también, normal, el agua en la isla se trae de fuera.

Despues de una ducha en el barco, puesto que estos servicios no los proporciona Gigi, nos vamos a dar una vuelta por la ciudad, que nos encanta. Hay mucha gente en bicicleta y una plaza preciosa donde cenamos pescadito en una trattoria.
Mariano se va  a la camay el resto nos damos una vueltecita por el pueblo. 
Buen día, mañana esperamos más.

Jueves 22 de Sept. 2016.
Después del desayuno nos vamos a visitar el Museo del tonno en la fabrica de la familia Florio. Una típica historia de familia emprendedora del siglo XIX, calabreses que acaban montando una factoria de pesca de atún en Sicilia convirtiendola en la mayor exportadora de atún en conserva del mundo. La fabrica es una preciosidad y ver todos esos artes antiguos de pesca, las barcas, los arpones, nos evoca a todos esa épica de la pesca tradicional, Moby Dick y el capitán Aqab.

A las 12:00 soltamos amarras con idea de conseguir llegar a cala Maestro, al oeste de Punta Troya en Marettimo, cala del castelo donde habíamos estado la semana anterior. Vemos que el viento de norte nos va a impedir estar cómodos, cambiamos de idea y nos vamos al sur donde vemos que hay boyas, cala Creatazzio, muy bonita. Cuando queremos poner el piloto automático vemos que no responde, ¡¡horror!!! 
Lo veremos con el manual cuando lleguemos a destino. 
Después de unos bordos llegamos, tomamos la boya, nos sin dificultad. Antes de la puesta de sol nos damos unos baños y Ana prepara unas judías verdes con patatas y zanahorias, ¡¡qué ricas!!
No funciona tampoco la bomba de achique del cuarto de baño de popa.

Viernes 23 de Sept. 2016.
La cala hoy parece otra, el mar calmado, sin viento nos parece que estamos en una playa del Caribe con el fondo de arena blanquísimo. Un baño nada más despertar antes del desayuno, Carmen y Mariano solitos, ¡¡dios!!! cómo lo vamos a echar de menos.
Se levanta la tripu y después del desayuno se van con el gomone a recorrer la cala, tiempo de relax para Carmen y Mariano que se ponen a  charlar y a escribir este blog. Nos encanta el Mago.
Viento negativo, vamos que no sopla ni un carajo y metemos motor. Nos vamos hacia el norte de Marettimo, cala Maestro, nos ha encantado, es una pasada de bonito. Visita al castelo y baño en la calita, obligado despues de la motorada eterna que nos hemos dado. Hay viento y mar de fondo y se hace incómodo comer en la cala, decidimos irnos al otro lado que no hay boyas, es fondeo, pero se está muy tranquilo. Carmen nos regala un risotto para comer que es de lo mejorcito que hemos probado, vaya mano para la cocina que tiene!!!.
Por la tarde nos vamos al pueblo de Marettimo, fondeamos en la bocana. Hay overbooking de barcos, pero cogemos buen sitio.
Con el gomone nos vamos a tierra. Visita y luego descubrimos una tabernita en la subida a Puerto Vechio con la vista al puerto, al fondo el castelo, ¡¡puff!! no sabemos ya con que sitio nos quedamos pero esta tabernita puede ser uno de ellos.  Nos tomamos un Sprit. Cenamos en un restaurante y desupués de un paseo cogemos el gomone y nos volvemos al barco.

Sábado 24 de septiembre
Temprano nos levantamos y todos nos damos un baño, es el último que nos damos nada más despertar. La iluminación de Marettimo con el sol del amanecer es para no olvidarla.
Después del desayuno ponemos rumbo a Levanzo, donde tenemos previsto comer en alguna cala antes de dirgirnos definitivamente a Trápani.
Elegimos una cala al norte que tiene boyas y donde hay algún que otro velero. Al coger la boya, el bichero al agua, es ya todo un clásico, Carmen se tira al agua.
Nos damos unos baños, estos sí que son los úlitimos.
Comemos y nos vamos a Trápani. Antes de entrar recogemos el génova dispuesto para invernanción y bajamos la mayor doblándola con todo cuidado por que va a estar muchos meses descansando.
Ya en puerto realizamos las tareas que nos ha encargado Andrea para dejar el barco listo para ese largo descanso.
Con mucha tristeza nos despedimos del Mago, pero no es un adiós si no solo un hasta pronto, si nos dejan en Semana Santa volveremos.
Carmen y Mariano

P.D.
¿Qué pasó con el piloto?
Desde que llegamos había una diferencia de pocos grados entre el rumbo del  compás de la bitácora y el rumbo que daba el piloto automático, pero el piloto funcionaba.
En la segunda semana fue cuando nos dimos cuenta de que había una gran diferencia entre el rumbo del compás y el piloto automático, una diferencia de casi 60 grados, y fue cuando además dejó de funcionar enviando un mensaje de error interno.
El armario donde se encuentra instalado el piloto autmático tiene una pegatina en la que se expresa claramente que no se introduzcan objetos metálicos. Pues bien, en ese armario había perchas metálicas desde el primer día lo que explica la pequeña diferencia en grados que había al principio. Cuando llegó la segunda tripulación, Manolo metió su maleta en ese armario, maleta con refuerzos metálicos y que provocó la gran desviación entre uno y otro compás  y que hizo que el piloto dejara de funcionar. Retiramos las perchas y la maleta y el piloto volvió a funcionar correctamente. 
Recomendación: si ves diferencia entre un compas y otros revisa lo que tengas cerca del lugar en el que se encuentre instalado el piloto. 


2 comentarios:

  1. Gracias Carmen por subir el blog. No se si hemos sabido trasmitiros a todos los posibles lectores las semanas tan estupendas que hemos pasado en Sicilia navegando con El Mago.
    Lo hemos dejado hibernado, que descanse durante unos meses de un largo tiempo en el mar.
    La magia volverá el próximo año.
    Bss

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